Dudamos mucho en comprar la muñeca por el precio y el miedo a que nuestra hija (10 años) no jugara con cuidado.
Pero solo con ver lo contenta que está, lo bien que la cuida y lo consciente que está de que no la puede dejar a cualquiera... Ya ha valido la pena!
Se agradece el trato tan cercano con María y Jesús.
Gracias!